Cuatro claves para que un cachorro aprenda a pasear con correa

No todos los animales responden de la misma manera al collar y el lazo. Entre los pasos esenciales se encuentran ganar su confianza y relacionarlo con el juego y la alimentación. Cómo evitar “berrinches”

Se podría decir que la única verdad sobre el entrenamiento de perros es que no existen reglas estrictas ni rápidas y menos cuando se inician en los primeros paseos. Mientras que algunos cachorros se dejan pasear fácilmente con un collar con correa, para otros no es tan sencillo.

Es por eso que muchos dueños de mascotas suelen ponerles un lazo ni bien reciben al nuevo integrante, mientras que otros no logran hacerlo durante meses.

El “encantador de perros” Cesar Millan, destacó que la característica más importantes durante este inicio es la paciencia, la calma, la confianza y el ritmo, respetando el temperamento del perro.

Las claves:

-Elegir correctamente el collar y la correa

Para lograr que un cachorro aprenda a pasear, en primer lugar deberá tener las herramientas básicas. Si bien suena como un paso obvio, hay una gran variedad para elegir. El experto sugirió que al comienzo se utilice un collar ligero y plano junto a una correa lo más liviana posible. Más tarde, se podrá optar por otras formas y tamaños.

-Pequeños pasos

El primer salto es conseguir que el cachorro se acostumbre a un collar, evitando situaciones de temor, preocupación o incluso rabietas. Para ello se deberá colocar éste cuando el animal esté distraído pensando o haciendo otra cosa.

Una vez colocado, se deberá ajustar un poco, pero sin que quede incómodo o irrite a la mascota. “En otras palabras, debe olvidarse de que toda la atención está puesta en el collar, por eso es importante interactuar y jugar mientras”.

El mejor momento para esta tarea es durante la hora de comer o cuando está realizando algún tipo de entrenamiento básico. Muy pronto, aceptará naturalmente la sensación en su cuello, especialmente si está relacionado a la alimentación. Más tarde, se podrá pasar a la otra etapa.

“Una cosa a tener en cuenta es si se rasca el cuello. Si lo hace, captar su atención y animarlo a que simplemente juegue con otra cosa para que se olvide de eso”.

-Asociar la correa con el momento de juego

Con algunos perros, el momento de elegir y colocar la correa puede representar una gran tensión, por lo que se sugiere que luego de ajustarla, se les permita correr libremente -siempre supervisado para evitar cualquier enredo posible-.

“Es un buen momento para jugar con él o iniciar algún tipo de rutina de entrenamiento para que se sienta cómodo al momento de tomar la correa y lo viva de manera natural”

-Animar al cachorro

Cuando se celebre la primera “puesta” de correa, no es necesario sacarlo a caminar de inmediato. Si acepta naturalmente, es ideal, pero si no lo hace, no caer en la tentación de darle un tirón para incitarlo. Todo se deberá hacer con calma y con cuidado.

Habrá que darles tiempo para procesar toda esta información: qué es y para qué sirve la correa. Hay que ganarse su confianza primero para que luego sienta confianza.

Algunos perros simplemente pueden plantarse y no querer moverse hacia ningún lado. Para estos casos, se sugiere caminar a unos pasos de distancia y motivarlo con alguna golosina especial para canes. Para muchos cachorros, el collar y la correa pueden ser un poco restrictivos y crear cierta resistencia. Otros incluso pueden ser muy obedientes sin correa y caminar a su lado, hasta que aparece ese objeto que hace que se comporten de manera diferente.

“Hay que tomarse su tiempo y mantener la calma, pero ante todo ser persistente para lograr los resultados que se desean. Incluso si son sólo pequeños avances, con el tiempo, se convertirán en grandes”, concluyó Millan.