Esto es lo lindo que tiene el fútbol y es algo que seguramente sea difícil de encontrar en la gran mayoría de los deportes, donde es poco habitual ver este tipo de batacazos. Al menos no es común que estas sorpresas se den todas juntas.
Entre sábado y domingo se vieron tres resultados que rompieron con todos los pronósticos: el empate entre la Selección argentina e Islandia, la derrota de Alemania ante México y la igualdad entre Brasil y Suiza. Todos los grandes se dieron de frente con una realidad inesperada: los “chicos” les hicieron frente.
El sábado llegó la gran decepción de la Albiceleste. Los dirigidos por Jorge Sampaoli comenzaron ganando gracias al gol del Kun Agüero y muchos se ilusionaron con una goleada. Sin embargo, la realidad mostró todo lo contrario: los europeos reaccionaron ante un equipo lleno de dudas y rescataron un empate 1-1.
Se vieron fallas conceptuales en el conjunto nacional, arrancando por el planteo realizado por el entrenador. Las figuras nunca aparecieron: Leo Messi tuvo un día negro y se sintió. Si bien intentó hacer gala de su magia, no encontró los espacios y, cuando se erró el penal, bajó los brazos. Por su parte, el rival hizo un partido muy inteligente, adaptado a sus posibilidades, y aprovechó la situación que tuvo para rescatar un punto de oro.
El domingo jugaban dos de las grandes candidatas a pelear por la Copa del Mundo. Pero la Selección de Alemania nunca le encontró la vuelta a un México que hizo un partido brillante: estuvo bien parado, manejó la pelota y tuvo una rápida transición de defensa a ataque. Así, en una contra comandada perfectamente por Chicharito Hernández, Hirving Lozano sentenció el 1-0 para un triunfo histórico: es la primera vez que lo vence en un Mundial.
El defensor del título se vio completamente sorprendido por un rival que no se le achicó y le jugó de igual a igual. Ya con el resultado a su favor, el Tri aprovechó los espacios e intentó lastimar con los contragolpes. Los europeos también generaron situaciones que pudieron alterar el resultado, pero la suerte no estuvo a su favor y se quedó con las manos vacías.
Más tarde llegó el turno de Brasil. Acá también “se ausentaron” grandes figuras, como Neymar. Pese a que Coutinho marcó un golazo a los 20 minutos del primer tiempo, el Penta jugó un flojo partido, salió dormido al complemento y lo pagó caro: a los cinco de la segunda etapa, Steven Zuber puso el 1-1, resultado que ya no se modificaría.
La Verdeamarela fue con más orgullo que con ideas para intentar rescatar un triunfo que le permitiera comenzar su participación con una victoria, pero tampoco estuvo fino en los metros finales y debió conformarse con el punto obtenido.
Así fue que los más poderosos no pudieron sacar chapa y los más débiles se hicieron gigantes y consiguieron un triunfo que los deja bien posicionados y con mucha ilusión de cara a lo que se viene: se sacaron al cuco de encima y ahora sueñan con conseguir una plaza en octavos de final. ¿Y si lo hacen dejando a alguno de los gigantes afuera? No sería la primera vez que pasa.
Otro de las Selecciones candidatas que no logró arrancar con un triunfo fue la de España, aunque su resultado tampoco fue una sorpresa. En un verdadero partidazo, igualó 3-3 contra Portugal, que viene de ganar la Eurocopa, gracias a un Cristiano Ronaldo que estuvo indomable y marcó tres tantos. El tiempo dirá si este punto le sirve a estos equipos.
