Pareja gay de Brasil bautizó a sus hijos y el Papa los felicitó

Francisco les deseó, a través de una carta, "la abundancia de las gracias divinas, para que vivan fielmente la condición de cristianos".

La espera valió la pena. El Papa Francisco envió sus felicitaciones a un matrimonio homosexual, que vive en el sur de Brasil, por haber bautizado a sus tres hijos adoptivos. Así lo aseguró uno de los padres, que recibió una carta enviada desde el Vaticano. La pareja le había remitido una misiva al Pontífice en el mes de abril para contarle sobre el evento y esperaban con ansias su respuesta.

 

Toni Reis, de 53 años, y su esposo David Harrad, de 59, publicaron la nota en su cuenta de Facebook. “El Papa Francisco les desea felicidades, invocando para su familia la abundancia de las gracias divinas, para que vivan constante y fielmente la condición de cristianos”, expresa en el texto el monseñor Paolo Borgia, asesor de la Secretaría de Estado del Vaticano.

En una entrevista telefónica con la agencia de noticias AFP, Reis manifestó que “recibir una carta del Vaticano con sello y fotografía autografiada del Papa es la gloria”. Aunque la correspondencia llegó el 10 de julio, el matrimonio la puedo ver recién el viernes pasado, cuando regresaron de unas vacaciones familiares por Europa.

Ris y Harrad pudieron casarse oficialmente en 2011, cuando la Corte Suprema brasileña reconoció la “unión estable” para las parejas del mismo sexo. A partir de entonces, pudieron equiparar los mismos derechos que los matrimonios heterosexuales: adopción, herencia y pensión por muerte, entre otros.

Fue así como la pareja en 2012 adoptó a su primer hijo, Allyson de 16 años, y en 2014 a los hermanos Jéssica y Filipe, de 14 y 11. “Este gesto del Papa significa un gran avance en una institución que quemaba a los gays durante la Inquisición y ahora nos manda un oficio felicitando a la familia”, expresó Reis. Además agregó: “Estoy muy feliz, ahora me puedo morir tranquilo”.

Ya en 2016, Francisco aseguró que según el catecismo los homosexuales “no deben ser discriminados, sino respetados y acompañados en el plano pastoral”. Durante su primer año en el Vaticano, el Papa sorprendió al mundo cuando afirmó: “Si alguien es gay y busca al Señor con sinceridad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”.