Nueve de cada diez personas en el mundo respira aire contaminado

El fenómeno, detallado por la OMS, provoca 6,5 millones de muertes al año; cuáles son las zonas más afectadas y qué riesgos trae a la salud

GINEBRA.- El 92 por ciento de la población mundial vive en lugares donde los niveles de calidad del aire exceden los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que provoca 6,5 millones de muertes al año, alertó hoy el organismo. El Sudeste asiático, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental son las zonas más afectadas

“Sólo una de cada diez personas respira un aire que está en los límites establecidos por la OMS. Los otros nueve respiran aire que es nocivo para su salud”, afirmó en conferencia de prensa María Neira, directora del departamento de Medioambiente y Salud.

La OMS presentó hoy un informe en el que evalúa la calidad del aire a la que está expuesta la población mundial y cuantifica las enfermedades y muertes derivadas de esta contaminación.

Los datos son los más detallados que publica la OMS, a través de cifras procedentes de mediciones por satélite, modelos de transporte aéreo, y de monitores de estaciones terrestres en 3.000 puntos en 103 países, tanto rurales como urbanos.

Entre las principales fuentes de contaminación del aire figuran los modelos ineficaces de transporte, la quema de combustible en los hogares y la quema de desechos, las centrales eléctricas y las actividades industriales.

El 94 por ciento de las muertes se deben a enfermedades no transmisibles, sobre todo a enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, neumopatía obstructiva crónica y el cáncer de pulmón. La contaminación del aire también aumenta el riesgo de infecciones respiratorias agudas.

Cuáles son las zonas del mundo más contaminadas

El Sudeste asiático, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental son las zonas más afectadas
El Sudeste asiático, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental son las zonas más afectadas. Foto: Archivo

El informe confirma el dato revelado en estudios anteriores, de que 3 millones de muertes al año ocurridas en 2012 -las cifras disponibles más recientes- estuvieron relacionadas con la exposición a la contaminación exterior.

No obstante, rebaja la cifra de muertes globales por contaminación -tanto exterior como interior- y la deja en 6,5 millones, cuando en informes anteriores la situaba en 7 millones.

El informe no hace un ránking de los países más contaminados ni de los que menos, se limita a decir que las regiones donde la calidad del aire es peor son las del Sudeste Asiático, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental.

“No queríamos hacer un ránking para señalar con el dedo este o aquel país, sino mostrar la realidad e incitar a todas las naciones a que reaccionen, a que tomen medidas ante un tema que es muy grave”, explicó Neira.

Con respecto a las zonas menos contaminadas, el texto indica que tres cuartas partes de la población de los países con altos ingresos de las Américas, así como un 20 por ciento de la población que vive en naciones de ingresos medios y bajos de la misma región, viven en lugares con la calidad del aire considerada correcta.

Una situación que también se da en menos del 20 por ciento de los países europeos y los países ricos del Pacífico occidental.

Los países con más muertes relacionadas con la contaminación del aire son Turkmekistán con 108 decesos por cada 100.000 habitantes; Afganistán, con 81 muertes por cada 100.000 habitantes; Egipto con 77; China con 70; o India con 68.

Casi el 90 por ciento de las muertes relacionadas con la contaminación del aire se producen en países de ingresos bajos y medianos, y casi dos de cada tres tienen lugar en las regiones del Asia sudoriental y del Pacífico occidental.

Una posible solución

La directora de la Organización Mundial de la Salud recordó los miles de millones de dólares que los países gastan anualmente en sus sistemas de salud para tratar las enfermedades que surgen como consecuencia de la contaminación. En este sentido, los invitó a hacer un cálculo de lo que se ahorrarían si aplicarán políticas públicas de mejora de la calidad del aire.

“Invertir en energías limpias, en transporte ecológico, son inversiones que tienen un coste-beneficio enorme y que ahorrarían no sólo dinero a medio plazo sino que reduciría el número de enfermos y muertos”, agregó.

Agencias EFE y AP