Macri: “Carrió siempre tiene la última palabra”

Así bromeó Macri sobre Carrió en el relanzamiento de Cambiemos, tras las diferencias internas

El reciente malestar interno por el revés de Elisa Carrió al proyecto oficial para acotar las atribuciones de la procuradora Alejandra Gils Carbó sobrevoló todo el encuentro. El mitín, al que la prensa solo pudo acceder durante un puñado de minutos, sirvió para disimular el cortocircuito y para mostrar unidad de cara a las legislativas del año próximo. Al menos, las risas cómplices entre Mauricio Macri y Elisa Carrió parecieron ir en esa línea. “Una cosa que yo aprendí es que ella siempre tiene la última palabra”, bromeó el Presidente casi al final de su mensaje, frente a una veintena de dirigentes de Cambiemos que esta tarde se congregaron en un salón del bajo porteño para relanzar la coalición de gobierno.

Sin enfrentar los micrófonos, Macri, Ernesto Sanz y Carrió se sentaron en una extensa mesa con forma de ‘U’ junto a la vicepresidente Gabriela Michetti, los gobernadores María Eugenia Vidal, Gerardo Morales, Miguel Ángel Cornejo y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, además de los presidentes de los partidos que integran Cambiemos y dirigentes como Federico Salvai, Francisco Quintana, Diego Santilli, Fernando Sánchez y Maxi Ferraro. El jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio, y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, también participaron del encuentro.

“La diversidad fue toda una prueba para nosotros. Me acuerdo de mi primera reunión con Morales, y ni les digo de este angelito celeste que tengo aquí a mi lado, las cosas que pasamos”, dijo Macri entre risas en alusión a ‘Lilita’, sentada a su lado y enfundada en un vestido celeste. “Seguirán pasando”, respondió a la humorada la líder de la Coalición Cívica, una de las que no hablaron durante el cónclave. Todos rieron. La posición del jefe de Estado en torno a los posicionamiento de la líder de la CC respecto de algunos temas es toda una incógnita para gran parte del gabinete macrista.

 

Lo cierto es que las últimas diferencias internas en torno al proyecto de reforma de la ley que rige al Ministerio Público Fiscal habían caído con fastidio en el seno del gabinete. De eso hablaron Macri y los ministros en la tradicional reunión del martes en la Casa Rosada, un día antes de que se cayera la sesión en la que el oficialismo buscaba darle media sanción a la norma.

“No nos tenemos que distraer para conseguir el progreso económico y la fortaleza republicana que implica la división de poderes, que implica exigir y permitir al Poder Judicial hacer su trabajo”, dijo Sánchez, uno de los diputados más cercanos a “Lilita” -que se mostró por primera vez tras la angioplastía de principios de mes a la que fue sometida- y de los primeros en hablar, según confiaron. Sanz, en tanto, exigió definiciones sobre “la base social” que Cambiemos pretende representar el año próximo. Unas horas antes, referentes del radicalismo porteño habían publicado un documento en el que pidieron “no subestimar” la situación social.

“Las cuestiones electorales quedan más lejos. Por más que haya habido momentos de diferencias importantes, eso no afecta en absoluto el espíritu de unión y vocación de seguir juntos”, dijo Michetti en conferencia de prensa, después del encuentro y cuando los tres socios fundadores de la coalición ya habían dejado el salón sin hacer declaraciones.

Antes, el sindicalista Gerónimo ‘Momo’ Venegas y Sanz habían mostrado también en formato de humor otro de lo desafíos internos de la coalición de cara a las legislativas: el de no enardecer al radicalismo con eventuales alianzas peronistas. Por eso Venegas lo llamó a Macri “compañero presidente” antes de empezar a hablar, y el ex senador lo trató de “correligionario presidente”.

Un par de horas antes, al mediodía, la gobernadora Vidal y Sergio Massa se habían encontrado en un selecto hotel porteño para discutir presupuesto. Otra alianza que incomoda a un sector del macrismo nacional.