Lo trasplantaron de corazón y podrá volver a nadar

Gustavo Chrzanowski de 39 años sufrió varios infartos hasta que se operó del corazón; su recuperación le permitirá ahora volver a su disciplina deportiva

Todo comenzó en 2011, cuando Gustavo Chrzanowski de 36 años sintió un fuerte dolor en el pecho mientras estaba realizando una de sus disciplinas preferidas y más saludables: la natación.
Ese fue el comienzo de un largo periplo que culminó con un trasplante de corazón en el año 2014.

Ese año, en el Hospital El Cruce Néstor Kirchner, de Florencio Varela, se realizó el décimo trasplante de corazón: el beneficiado fue Chrzanowski, un reparador y vendedor de insumos informáticos.
El paciente afirmaba en ese entonces: “Mi operación me dijeron que batió un récord porque fue de cuatro horas. A las dos horas estaba despierto pidiendo agua, al otro día ya estaba comiendo, al cuarto día estaba pedaleando una bicicleta fija y al décimo día recibí el alta”.

Hoy dos años después, la noticia es que Gustavo con 39 años recién cumplidos, va a participar en los Juegos para Deportistas Trasplantados, XI Argentinos-VIII Latinoamericanos, a realizarse del 15 al 20 de noviembre en la provincia de Mendoza, en la disciplina de Natación.

Enfermar nadando

“Siempre fui deportista y nadador, me gusta nadar. Y enfermé nadando. El 21 de julio de 2011 mientras entrenaba en la pileta del club Fútbol de Burzaco sentí un fuerte dolor en el pecho, un dolor único, me dio miedo, miedo a algo desconocido, salí del agua y cometí mi primer error, me fui a mi casa, no pedí ayuda”, cuenta Gustavo.
“En casa los síntomas se fueron agudizando, dolor en el pecho, frío, calor. Ante este cuadro le digo a mi padre que me acompañe y fui manejando de Longchamps a Adrogué al Hospital Lucio Meléndez, para terminar mi recorrido en el Hospital Oñativia de Almirante Brown”, recuerda. “Durante el trayecto sentía un dolor fuertísimo, y me di cuenta que no tenía mucho tiempo. Al llegar al hospital casi sin fuerzas, me ayudan a bajar, me llevan a la guardia y me dicen ‘estas infartadísimo’. Estuve veinte días internado de los cuales nueve en terapia intensiva. Entre todos los cuidados que me dieron, me aplicaron un dilatador arterial y empecé a recuperarme”, explica.

Rehabilitación y trasplante

Gustavo recuerda con mucho detalle lo sucedido: “A los ocho meses de rehabilitación, me sentía espectacular. Era fumador y lo dejé por completo el día del infarto. Empecé a nadar nuevamente, despacio, tranquilo, con las recomendaciones que daba mi médico. En un control que hago me recomiendan que realice una ergometría con cámara gamma. Durante el mismo sufrí tres paros cardiorespiratorios, debido al mal estado de mi corazón, me desmayé y el doctor Diego Herrera y sus colaboradores me rescataron”.

Y agrega: “Ahí me operaron y pusieron bajo la piel un aparato cardiodesfibrilador, que ante cualquier falla del corazón me daba un choque eléctrico. Estuve dos años con él. En ese momento, la doctora Vanesa Gregorietti me sugiere anotarme en lista de espera para trasplante de corazón. Al principio yo no quería, pero luego acepté. A los 6 meses me llamó porque había un donante. En cinco minutos luego de salir del shock emocional y confuso me cambié y fui al hospital. Me interné el 06 de Julio de 2014 y el día 16 me operaron”.

En una charla para pacientes trasplantados, Gustavo conoció a Hernán Sachero, trasplantado Renal y también nadador, quien lo animó a regresar a la natación. Hoy transformaron la rehabilitación en entrenamiento.

En los Juegos para Deportistas Trasplantados en Mendoza, en la disciplina natación, Gustavo hará su participación en 50 mts. Libre, 50 mts. Espalda, 50 mts. Pecho y 4 x 50 mts. Relevos libre.

Él no compite por un premio material: lo hace a favor de la donación de órganos y en agradecimiento a su donante y su familia.