Google y YouTube sin publicidades de grandes empresas

La polémica comenzó en Reino Unido y ahora se extendió a Estados Unidos. Los detalles.

Una investigación del diario The Times, de Reino Unido, encendió la discordia. De inmediato algunas de las marcas más conocidas del mundo retiraron su publicidad de Google y YouTube, la plataforma de videos del gigante tecnológico.

El gobierno británico fue el primero en hacerlo. Lo siguieron McDonald’s, Audi, L’Oreal, los bancos Lloyds, HSBC, RBS (Royal Bank of Scotland Group), la corporación británica de medios públicos BBC y los clientes en Reino Unido de Havas Group UK, la sexta agencia de publicidad del mundo.

El problema es grande. Y Google anunció el martes medidas para que la publicidad de sus clientes no aparezca al lado de contenidos racistas, homófobos o extremistas, tal como denunció The Times.

“Sabemos que los anunciantes no quieren ver sus publicidades junto a contenidos que no se ajustan a sus valores. Por eso, a partir de hoy adoptaremos una posición más dura sobre el contenido de odio, ofensivo y despectivo”, dijo el director comercial de Google, Philipp Schindler.

“En los próximos días y meses, introduciremos nuevas herramientas para que los anunciantes controlen de manera más consistente y fácilmente donde aparecen sus anuncios en YouTube e internet”, agregó.

En el caso de YouTube, por ejemplo, la publicidad contratada aparece junto a los videos y una parte del dinero va a los autores de esos videos -llamados “creadores”-, entre los que hay grupos extremistas.

El anuncio llega un día después de que un alto directivo de Google se hiciera eco de la polémica en la Advertising Week Europe.

“Me gustaría pedir disculpas a los socios y los anunciantes que hayan podido resultar afectados porque sus anuncios aparecieron al lado de contenido polémico”, dijo Matt Brittin, director de Google en Europa y presidente de la división de Medio Oriente y África.

Al anunciar que retiraba sus anuncios, el gobierno británico había dicho que era “totalmente inaceptable que la publicidad pagada por el contribuyente aparezca junto a contenidos inapropiados”.

El mensaje pegó muy fuerte en el gigante de Internet -que insiste en que es una plataforma tecnológica y no una empresa mediática- ya que su gestión de publicidad es uno de los negocios más lucrativos del mundo.

El discurso de Google es similar al de Facebook, que se resiste a conocer que es mucho más que una empresa de tecnología, para limitar sus responsabilidades. La empresa de Mark Zuckerberg no está sola ahora en los cuestionamientos cada vez más duros por su política light con las noticias falsas.